En esta ocasión deseo hablar un poco sobre África, su forma de pensamiento y su filosofía. Antes tengo que aclarar que no soy un experto en el tema, y que simplemente escribiré acerca de tres frases que conocí en mi clase de "África" y las cuales me impactaron mucho. Primero, porque soy un fiel creyente y defensor de la cultura occidental y de lo que ésta ha construido, aunque obviamente todo es perfectible, y en segundo lugar, porque estas frases tienen la fuerza necesaria para destrozar la cosmovisión occidental sin ningún problema, son capaces de ponernos a reflexionar y cuestionarnos sobre lo que somos, nuestro pasado y povernir.
Pese a todo, debo confesar, que por mi parte continuaré siendo un verdadero defensor de la cultura occidental, el liberalismo político y el capitalismo económico, salpicado con un Estado de bienestar en una lógica keynesiana, acompañado de un ideal socialdemócrata. Sin embargo, sería totalmente injusto para los ojos de la Divinidad, e incluso de los hombres cultos e inteligentes, que la belleza de las siguientes frases se perdieran y quedaran en un olvido, éstas deben permanecer junto a nosotros siempre, para recordarnos que el mundo que hemos construido no es perfecto, pero siempre existirá la posibilidad de mejorarlo.
"Tú tienes el reloj, yo el tiempo... (Tuareg)". La prisa parece ser parte indispensable de la vida diaria, nadie huye de la voluntad de las manecillas del reloj, todo se mide, todo se comienza y todo se acaba. Es verdad, los acontecimientos tienen un principio y un fin, sin embargo, a diferencia de la lógica occidental donde el tiempo tiene que ser medido para ser exacto, la cosmovisión africana ve al mismo como una serie de acontecimientos cíclicos, no existe el pasado, ni el presente, ni el futuro, porque todos son lo mismo, sólo son tiempo. Éste, entonces, no puede ser medido, sino simplemente es; las cosas pasan cuando tienen que pasar, pues aquél es exacto en si mismo y no necesita de ninguna herramienta para serlo.
"Cuando los blancos llegaron, nosotros teníamos la tierra y ellos la biblia, nos hicieron orar con los ojos cerrrados, y cuando los abrimos, ellos tenían la tierra y nosotros la biblia ... (Kenyatta)". La frase es contundente, su valor espiritual es infinito, pues la misma nos hace ver la grandeza del espíritu humano que se ecuentra opacada bajo los apetitos de la acumulación, no obstante, la esperanza no se pierde, pues existen humanos capaces de romper la cárcel del cuerpo y la tierra, para ser verdaderamente libres, volar con el aire y sentir el sol.
"Si quieres saber lo que se, si quieres saber lo que soy, olvida por un momento lo que sabes y deja de ser quien eres". El significado de esta frase es muy bello, ya que nos invita a ser humildes con las palabras y con el orador, a alejarnos de nuestro egoismo y ver que no somos los únicos en este mundo, pues éste está conformado de miles de voces y tal vez alguna de ellas tranquilice nuestra alma.
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