Cuando llegue la noche, estaré esperandote, sobre la mesa tendré un poco de miel y jegibre, mi cuerpo lo cubriré de esencias, un poco de canela en el cuello, vainilla sobre mi cabeza y jazmín para mis cabellos. Quizá esta noche no vendrás, entonces me acercaré a la ventana y miraré a la nada, intentaré hallar entre las estrellas tu silueta, pero no estarás.
Pasarán muchas estaciones, sin embargo, yo continuaré en la mesa. Un día irrumpirás en mi casa y yo te recibiré con las manos llenas de miel. Seguramente pasaremos bellos momentos, el tiempo se perderá entre sonrisas y silencios, nuestra dicha curará las heridas de otrora. Después, abrirás la puerta de mi pecho y abrazarás mi espíritu.
Alguna noche se me ocurrirá recostarme sobre tus rodillas, nuestros labios se unirán y cerraré los ojos, mi sueño se hará profundo, tanto, que quizá ya no despierte más, pero no estarás triste porque sabrás que siempre te esperaré, con mis manos llenas de miel y mi cuerpo cubierto de esencias.
4 comentarios:
Éste sí que te quedó bien bonito.
Gracias, ya ves que a veces me da por ser medio cursi xD
Es que por eso me gustó, porque no te quedó cursi sino con la miel exacta. Muy chido.
Woah! Muy bonito la verdad. ¿Es de tu propia inspiración? Pues como sea, es perfecto hombre.
Un saludo. :)
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