Dicen, mi querida niña, que cuando las personas mueren, nace una estrella en el cielo infinito. Dicen, mi querida niña, que su brillo es el alma. Dicen, mi querida niña, que entre más fuerte es su brillo, más bellos son los recuerdos que dejó en la tierra. Dicen, mi querida niña, que cuando el viento es suave puedes sentir la caricia de la estrella... Esta noche yo seré una estrella para tí, brillaré sólo por ti y mis suspiros serán el viento que roza sobre tu piel. Cuando cierres los ojos, mi querida niña, no olvides dar un beso a la estrella que velara por tus sueños...
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