martes, 17 de enero de 2012

Qué desperdicio de un ejército de soñadores




La Guerra, en términos muy laxos, es el enfrentamiento armado entre dos estados, entidades supranacionales o alguna otra forma de organización social. Generalmente ésta es causada por razones económicas, políticas, territoriales o geoestratégicas. Miles de seres humanos se lanzan a la batalla para aniquilar a su enemigo y guardar el honor y la prosperidad de su pueblo... ¿Pero en verdad, qué honor están salvando y prosperidad para quién o para quiénes?

Hace algunas décadas que la cantante Kate Bush compuso la canción "Army Dreamers" (1980), en cuya letra la autora se cuestiona las fatalidades de la Guerra a través de los ojos de una madre que llora la muerte de su hijo en la misma. Han pasado más de treinta años y las madres siguen llorando a sus hijos; aquellos que han muerto no son sólo números, son más que los intereses de un puñado de políticos y corporaciones que hacen negocio con el dolor. Las estadísticas no miden el número de lágrimas que una madre, un hijo, un amigo, un padre, o alguien derrama por el otro, las estadísticas nada dicen sobre la cantidad de recuerdos, los sueños rotos y las tristezas que se dejan.  

Los ejércitos están formados por personas, por seres humanos, por individuos, por soñadores...Sí, los soldados también sueñan, respiran, comen, se agotan y miran al cielo. La Guerra es, por lo tanto, la muerte de soñadores a manos de otros soñadores, para guardar el honor del capitalismo bélico y defender la prosperidad de una pequeño grupo de corporaciones, empresas y políticos que hinchan sus bolsillos admirando la muerte de los soñadores... 




Source: thedevilsguard









Source: Reblogee 







Source: silent-musings

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