sábado, 26 de junio de 2010

Mientras crezco, miro el vuelo de la mariposa








Existen cosas que nunca cambiarán en mí. El tiempo pasa, cada día vivo, tengo nuevas experiencias, algunas muy pequeñas, otras muy grandes, pero cada una deja un recuerdo, algo en mi memoria, entonces cambia mi forma de ser, de pensar y de actuar. Me gusta sentir, no podría vivir si no tuviera esa capacidad, mi vida sería muy gris, incluso las cosas más simple las siento, dejo que mi corazón lata, que mi memoria se apropie de ellas, las cosas simples son cosas complejas, es una conclusión a la que he llegado. He escuchado a personas decir que no les gusta sentir el dolor o la tristeza. Para mí, es necesario, porque cuando lo sientes, sabes que estás vivo, que tienes la capacidad de conmoverte, las heridas duelen, dejan cicatrices, pero eso significa que hemos vivido, son señales de nuestras batallas vencidas.

No sé como explicarlo con palabras, si pudiera, dejaría la puerta de mi pecho abierta, para demostrarlo. Hay cosas que no cambian, que se mantienen, que quizá sean parte de mi esencia, que quizá no, aún lo desconozco, pero están allí. ¿Qué es lo que no cambia en mi?, la lluvia, soy su fiel amante, mi gusto por los climas fríos, las flores de cerezo, las rosas, los olores dulces, el chocolate, dormir pequeñas siestas por las tardes, mirar por la ventana a ratos, y pensar en historias, observar con detenimiento la forma de las nubes, quedarme dormido en el auto mientras alguien más conduce, sean trayectos cortos o largos, y cuando no estoy dormido, bajar el vidrio de la ventana y sentir el aire, encerrarme en mi propio mundo mientras camino por la calle con la cabeza agachada, creer en Dios profundamente y buscarlo en los detalles más simples y pequeños, intentar ver un ángel, escuchar música y recrear en mi mente la historia, soñar en aquel campo verde, siempre lluvioso, crear mi propio mundo...

Hay cosas que quisiera cambiar, aún no lo logró. Con el tiempo maduro o crezco... mientras pasa eso, miro el vuelo de la mariposa que yace en mi imaginación.

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